martes, 20 de mayo de 2008

El Analfabeta Político

EL ANALFABETA POLÌTICO
El peor analfabeta
es el analfabeta polìtico
èl no oye, no habla
ni participa en los acontecimientos polìticos.
No sabe que el costo de la vida,
el costo de los frijoles, del pescado
de la harina, del alquiler, del calzado
y de las medicinas
dependen de las decisiones polìticas.

El analfabeta polìtico es tan animal
que se enorgullece e hincha el pecho
al decir que odia la polìtica.
No sabe el imbècil que
de su ignorancia polìtica, proviene
la prostituta, el menor abandonado,
el asaltador y el peor de todos los bandidos
que es el polìtico aprovechado,
embaucador y corrompido
lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.
Bertolt Brecht..

Mentiras, solo mentiras

Los Militares Retirados tradicionalmente son objeto de marginación por parte de los mandos que omiten el cumplimiento de la Ley del ISSFAM, en consecuencia se mantiene en la inopia a ese sector de las Fuerzas Armadas Mexicanas, que en su momento desempeñó lealmente las misiones conferidas por la Nación en la Constitución de 1917, dando cabal cumplimento a las órdenes impartidas por la superioridad, sin permitirse jamás la menor duda acerca de su capacidad profesional, de su honestidad, de su nacionalismo, de su apego a nuestra Carta Magna y mucho menos de su Nacionalismo y Patriotismo.
Actualmente, − luego de los importantes beneficios económicos otorgados por el Mando Supremo a los compañeros del Servicio activo − salieron a la circulación en lugares de reunión de militares en retiro, insistentes rumores de inminente mejoría en sus percepciones, inclusive se difundieron copias de iniciativas presentadas en la Cámara de Diputados por el Diputado Carlos Rojas del PRI, así como un Decreto del propio Ejecutivo proponiendo importantes incrementos en haberes para el mencionado personal en situación de Retiro, naturalmente, cualquiera de ellas, del tamaño que sea, será muy bienvenida dada la miseria en que se debaten , sin embargo hasta el día de hoy solo se trata de embustes.
Si llegara a convertirse en realidad alguna de ellas, sería pertinente hacer notar que en lo inmediato, la medida tal vez surta los efectos deseados, pero no se piense que la necesidad y el infortunio han perturbado sus sentidos, o que la disciplina los castró y vivirán eternamente alelados para no percatarse, mas temprano que tarde, que les arrojan mendrugos buscando que olviden el Artículo 21 de la Ley del ISSFAM derogado por Fox, pero vigente a pesar de todo, porque no debe darse efectos retroactivos a las reformas que promulgaron en su perjuicio, por lo tanto subsiste el derecho de ley: “ Los Haberes de Retiro se incrementarán al mismo tiempo y en igual proporción en que aumenten los haberes de los militares en activo ” derecho conculcado desde el momento en que mañosamente se aplicaron las mejoras al activo en renglones fuera del alcance de los retirado violentando la ley, lo cual nunca debió ser permitido por los mandos que tienen legal y moralmente la obligación de proteger a su tropa.
Ante esa situación, La Federación de Militares Retirados “ Gral. Francisco J. Múgica ” se dirigió a la CNDH haciendo de su conocimiento lo que acontece en perjuicio de los Militares Retirados y la indefensión en que se encuentran a causa de las autoridades que no dan debido cumplimiento a las Leyes y Reglamentos Militares, como son el Presidente de la República Mando Supremo y los Secretarios de la Defensa Nacional y Marina Armada de las Fuerzas Armadas Mexicanas.
La denuncia fue presentada en la CNDH el día 8 de octubre de 2007, número de folio 60048, Segunda Visitaduría, conoció la Lic. María de los Ángeles Murguía Salazar y también se hizo del conocimiento del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en México el día 22 del mismo mes y año. LA PATRIA ES PRIMERO.
Gral. Brig. Ret. Samuel Lara Villa, samuellaravilla@hotmail.com

martes, 13 de mayo de 2008

LA BURRA NO ERA ARISCA, LA HICIERON....

PARA SU DIFUSIÓN OBLIGATORIA
Mario Di Costanzo Armenta
La burra no era arisca, la hicieron
Sin lugar a dudas, a los problemas de inconstitucionalidad, ineficiencia, ineficacia, pérdida de soberanía y seguridad nacional que se observan en la propuesta de reforma petrolera de Felipe Calderón, se debe añadir un elemento que es y será determinante en el sentir de la gente. Me refiero a la falta de credibilidad en el gobierno, sobre todo cuando en este contexto se añade la palabra “privatización”.
Señalo lo anterior porque, al mes de diciembre de 2007 la deuda total del sector público se ubicó en 3.5 billones de pesos, de los cuales 45 por ciento, es decir, 1.6 billones, corresponde a conceptos que están directamente ligados con privatizaciones, como son el rescate bancario y el carretero, sin olvidar los Pidiregas, que han sido al final de cuentas intentos ilegales y poco transparentes de promover la inversión privada en el sector energético.
Así, de los 33 mil pesos que cada mexicano ya debe al nacer, poco más de 15 mil son producto de privatizaciones. Y a esto hay que añadir que pese a esta deuda enfrentamos bancos que cobran altas comisiones y elevadas tasas de interés, carreteras costosas y en mal estado, y por si fuera poco, elevadas tarifas de energía eléctrica y una gasolina cara.
De esta manera, para los mexicanos las privatizaciones están asociadas directamente con las palabras “rescate”, “falta de transparencia”, “corrupción” y “deuda”.
Luego entonces, resulta absurdo que ahora se pretenda resolver el grave problema que enfrenta el sector petrolero utilizando como herramienta principal a la “privatización” o la “inversión privada extranjera”.
Pero, la propuesta se convierte en un disparate si por un lado se reconoce que gran parte del problema que enfrenta Pemex es fiscal y presupuestario, cuando al mismo tiempo se debe aceptar que ha sido con dinero del presupuesto y proveniente del petróleo con el que se han llevado a cabo los costosos rescates, producto precisamente del fracaso de las privatizaciones.
Así, por ejemplo, mientras en los últimos ocho años se han destinado poco más de 280 mil millones de pesos sólo para cubrir los intereses de la deuda generada por el rescate bancario, Pemex ha contado en el mismo periodo con recursos para inversión por 186 mil millones de pesos (cabe señalar que esta diferencia acumulada representa el costo de 10 refinerías).
Lo grave de esta situación es que ha sido el PRI el “padre” de estas privatizaciones y rescates, en tanto que el PAN se ha convertido en la “madre” de las mismas, al rehusarse permanentemente a investigar y esclarecer todas las ilegalidades y corrupción observadas en ellas.
Esto acentúa el problema de credibilidad pues con Calderón, lejos de dar muestras de transparencia y probidad, se han visto multiplicados los indicios de tráfico de influencias, manejo de información privilegiada, conflictos de interés y, en suma, de corrupción y de mentiras, como el asunto Mouriño o el de Zhenli Ye Gon.
Más aún a Germán Martínez, actual presidente del PAN y quien se escandalizó por la toma de las tribunas del Congreso, le tembló algo más que la mano cuando como secretario de la Función Pública tuvo en sus palmas a Francisco Gil Díaz y simplemente se rehusó a fincarle responsabilidades.
Ya ni qué decir en materia fiscal: hace menos de seis meses Calderón señaló que con su “reforma” las “grandes empresas” pagarían impuestos, pero ahora se sabe que son esas grandes empresas –que por cierto, de acuerdo con el auditor superior de la Federación pagaron durante 2005 sólo 74 pesos de impuesto sobre la renta (ISR)– las que han interpuesto cientos de “amparos” contra el pago del impuesto empresarial a tasa única (IETU), lo cual también nos cansamos de advertir que sucedería.
Cabe señalar que la interposición de estos “amparos” ha sido comandada por Fernando Sánchez Ugarte, quien hasta diciembre del año pasado se desempeñó como subsecretario de Ingresos de Hacienda y en tal virtud se le atribuye el diseño e implementación del IETU, pero a quien a partir de enero de este año no le importó violar la ley y aceptó una chambita como director general de Transportación Marítima Mexicana (TMM). Aunque sobra decirlo, esta empresa también se amparó contra el pago del IETU.
Sin embargo, en su momento, Salvador Vega Casillas, secretario de la Función Pública, guardó silencio y fue incapaz de actuar.
Así, los hechos demuestran que no es posible creer en lo que dice Felipe Calderón. Más aún, cuando en su discurso utiliza los mismos calificativos de bienestar y desarrollo que refería Carlos Salinas de Gortari cuando promovió sus privatizaciones y el Tratado de Libre Comercio.
Yo me pregunto: si se aprueba su reforma petrolera, ¿a cuántos funcionarios de Pemex o cuántos legisladores del PRI y del PAN veremos trabajando para Shell, Exxon o Halliburton, tal y como sucedió con los principales artífices del rescate bancario, quienes ahora se desempeñan como “respetables” miembros del sector financiero?
Por eso digo: la mula no era arisca, la hicieron.
Jorge Moch tumbaburros@yahoo.com
Reflexiones acerca de la cobardía
En México la televisión, en tanto agente político, es hogar de la cobardía. El medio se ha vuelto cobarde, cobija cobardes, obedece a cobardes, los promociona, los enaltece. Es el medio perfecto para el denuesto cobarde porque no admite réplicas. Lejos, muy lejos está la televisión de ser como pregonan sus panegiristas, empleados y propietarios, solamente vehículo de entretenimiento e información. En ese segundo concepto, información, es donde la torcedura es más evidente. La televisión mexicana, desde sus muy politizados –y por lógica convenencieros– orígenes, siempre ha estado alineada lejos de las causas populares y cercana, muy cercana, tanto que son una misma carne, a los poderes fácticos que invariablemente se han sostenido en estados sucesivos, atenuados a veces, pero también brutales, cínicos, de opresión social y política. Para la televisión, mientras pueda mantener la mascarada, no pasó nada, por ejemplo, en 1968, ni hubo, por muchos años, guerra sucia o crímenes de Estado en México. Para la televisión mexicana, y así lo propala ahora todo el tiempo, el país está muy bien. Jamás ha criticado al presidente en funciones: en su momento, la grisura de Miguel De la Madrid era una presidencia con mesura; la perversidad de Salinas de Gortari era la audacia de un presidente moderno; la anonimia de Zedillo una profunda capacidad de reflexión; la estupidez de Vicente Fox una demosófica expresión de bravura, y la medrosía de Felipe Calderón una prudente manera de gobernar. Para la televisión mexicana el activismo social es casi sinónimo de asociación delictuosa. Y es que, para decirlo sencillo, la televisión mexicana es televisión de derechas. Las insultantes emisiones del mensaje que vimos en semanas pasadas, en que otra vez se quiso enlodar con mentiras estúpidas, con exhibición de ignorancia supina a López Obrador, porque estorba al gobierno para consolidar sus planes de enajenar la renta petrolera del país a extranjeros (con los que ya el gobierno, sus funcionarios en lo privado, tienen amarrados jugosos negocios), es una muestra clara, como si muestras claras necesitáramos para darnos cuenta de que en la televisión mexicana, en los arreglos cupulares, ésos sí criminales en tanto que buscan exacerbar las brechas creadas por ellos mismos entre la gente y sembrar el odio a un líder social que les resulta incómodo, allí, en esos nauseabundos rincones de las más sucias conciencias que ha podido dar este país, se gestan los fraudes electorales, las campañas de odio, la negativa absoluta a compartir el país con el grueso de sus habitantes. Y para ello, para mantener el andamiaje de prebendas indebidas, se echa mano de todo, del denuesto, de la mentira repetida y repetida y repetida, de la calumnia por televisión en horario estelar. Viene a cuento la Rayuela publicada en portada de este diario el lunes 21 de abril: ¿Si los mensajes en que se compara a López Obrador con Pinochet, Hitler y Victoriano Huerta, fueran encaminados a ensuciar la imagen de Calderón, Televisa los hubiera pasado al aire igual?
Pero esas campañas cuestan mucho dinero: ¿quién, otra vez, las financia?, ¿serán los poderosos empresarios dueños de todo, del pan y las galletas, de los supermercados, de la harina de maíz, de los refrescos, la telefonía, los bancos y casi todo, menos el petróleo? Todo esto es parte del mismo complot que conviene a la oligarquía. Las mismas estratagemas apestosas marca Döring, las mismas cobardías panistas del proceso electoral, la misma estrategia de lanzar el pedrusco por la espalda y decir luego, como hizo Germán Martínez, el líder del pan, hace poco, con carita de espanto, nosotros no fuimos, y alzarse de hombros y enseñar las palmas y decir miren, nosotros tenemos las manos limpias. Igual que Manuel Espino, líder del pan durante las elecciones de 2006, y la televisión con ellos, trabajando para ellos, importándole un bledo todo el mal que causa al pueblo de México al volverse vehículo de la cobardía. Allí las cobardes instituciones, el ife siempre tardío y blando, la Secretaría de Gobernación, la Suprema Corte. Allí todos ellos, confabulados, cobardes, escudados en prestanombres, en asociaciones civiles fantasmagóricas, creadas, como la de Guillermo Velasco Arzac –íntimamente ligado al clero y a los Fox– como la de Martha Sahagún, en guaridas, en cubiles, en nidos de cobardes perpetradores de porquería que parece que siempre habrán de encontrar en la televisión mexicana un feliz tobogán para deslizar su cobardía.
Luis Javier Garrido
El peligro
La iniciativa de contrarreforma energética de Felipe Calderón, que está concitando creciente repudio nacional, no sólo conduce a la entrega de la industria petrolera a las trasnacionales, sino representa además otro peligro para México, pues vuelve a nuestro país un objetivo militar del Pentágono en función de los intereses de seguridad de Estados Unidos.
1. La contrarreforma petrolera que el gobierno de facto busca imponerle a México fue el móvil fundamental del apoyo de múltiples trasnacionales al fraude electoral de 2006. Las corporaciones petroleras que brindaron un financiamiento ilegal y un respaldo político a Calderón para imponerlo en la silla presidencial lo hicieron sobre la base de que la nueva administración se comprometía a entregarles plenamente lo que habían querido lograr sin obtenerlo en las anteriores administraciones: el control de una nueva industria petrolera construida en territorio mexicano sobre las ruinas de Pemex, bajo el resguardo del poderío militar de Washington, que, sobre bases supuestamente “legales”, la consideraría un bien propio.
2. Quienes toman las decisiones en el gobierno espurio, con la miopía fanática y la avidez por el enriquecimiento que los ha caracterizado, buscan, por su parte, dar un paso decisivo en el proceso de regresión iniciado por los priístas De la Madrid, Salinas y Zedillo y proseguido por el panista Fox con el aval del PRI, para reconvertir al Estado nacional más fuerte de América Latina, surgido del vigoroso movimiento histórico de la Revolución Mexicana, en lo que sería un remedo de los estados bananeros latinoamericanos de los años 50: en protectorado. México transitaría no a la democracia, como se ha pretendido en el discurso mistificador del poder, sino a convertirse, como Colombia, en una mera colonia, con los panistas de perros guardianes de ese “proyecto histórico”.
3. El Plan México pasa por el fortalecimiento del TLC y la institucionalización de la doctrina Bush, aceptada ya por el gobierno de facto con la Iniciativa Mérida de 2007, y avalada de nuevo por Calderón y el primer ministro canadiense Stephen Harper en la Cumbre de la ASPAN de Nueva Orléans los días 21 y 22, donde el gobierno espurio calderonista reconoció que el territorio mexicano va a ser un objetivo militar de Estados Unidos de aprobarse la contrarreforma, y que lo que se busca es dar a las trasnacionales petroleras enclaves estratégicos, tanto en el Golfo de México como en el territorio nacional, sin importarle a los panistas volver a nuestro país un espacio privilegiado del poderío militar estadunidense.
4. El proyecto de los grupos de interés asociados a Carlos Salinas de Gortari, que utilizan a Felipe Calderón como su pelele, culminaría así entregando el pleno control del país a Washington y con ellos asociados a las trasnacionales que lo saquearían arbitrariamente, llevándose por su traición una tajada del descomunal negocio, que los expertos en corrupción calculan en 15 por ciento. Durante los gobiernos de Fox y Calderón, el abandono panista ha conducido a que Washington tenga ya importante injerencia en el control del aparato estatal mexicano, y en especial de la frontera, las aduanas, los litorales y el espacio aéreo de México, así como de la seguridad interna, a lo que se agregaría ahora el hecho aberrante de que los recursos básicos mexicanos, que deberían ser de importancia estratégica para México, lo serían en el futuro para Estados Unidos.
5. La doctrina de seguridad nacional de Bush establece que Washington se arroga el derecho de intervenir militarmente ahí donde tiene intereses petroleros, es decir, lo mismo en Irak y en Afganistán que en algunos países de América Latina, por lo que, de ceder el Congreso mexicano a esta aberración seudolegal, se cometería un atentado no sólo contra nuestro país, sino contra todo el continente, precisamente en un momento histórico en el que desde Nicaragua hasta Bolivia y Ecuador, y ahora Paraguay, se delinean políticas que anteponen los intereses nacionales de nuestros pueblos a las pretensiones de las multinacionales.
6. La aprobación de la contrarreforma por las cámaras federales constituiría además una convalidación de las pretensiones hegemónicas de las potencias occidentales. El presidente galo Nicolas Sarkozy no se ha cansado de repetir en las últimas semanas que Francia tiene un supuesto derecho a intervenir en los países generadores de energía con los que tiene acuerdos cuando sus políticas pudiesen afectar los intereses franceses.
7. Las políticas neoliberales tienen, empero, dos caras, y Estados Unidos sostiene abiertamente la tesis contraria tratándose de su petróleo, pues para Bush, siendo la energía de importancia estratégica para la seguridad nacional de Estados Unidos, la Casa Blanca se opone a las inversiones extranjeras en materia petrolera en su territorio, y así ha vetado diversos intentos de penetración del capital asiático.
8. Las pretensiones de los halcones del Pentágono no deberían ser, por lo mismo, motivo para la sumisión del Congreso mexicano, sobre todo cuando países más pequeños que el nuestro, desde Cuba hasta Bolivia, han resistido con éxito amenazas mucho más serias, sin olvidar que México lo hizo en materia petrolera hace tres cuartos de siglo. Y sobre todo ahora, en un contexto en el que América Latina está cambiando y en el que el imperio estadunidense se halla en una larga crisis terminal.
9. La campaña de difamación de caracter totalitario que ha implementado Mouriño desde Bucareli en contra del movimiento ciudadano de resistencia pacífica en defensa del petróleo, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, busca, por eso, distraer la atención nacional del fondo del problema, con una estrategia y una retórica que ésas sí son de caracter nazifascista, como fue el comportamiento de Calderón en sus conferencias de prensa en Nueva Orleáns.
10. La contrarreforma petrolera, tal como está planteada, entrañaría graves consecuencias para México, pero la principal es en el aspecto político, y el México profundo ya lo está comprendiendo.